Algunos empiezan las vacaciones, otros las acaban y muchos se preguntan… ¿Y ahora qué?
La actividad física es clave para mantener y mejorar el estado de salud de las personas. Los beneficios de la práctica regular de ejercicio físico no sólo se da a nivel funcional y estético sino también a nivel psicológico.
¿Y qué pasa con la actividad física y el suelo pélvico ?
Probablemente has oído hablar del suelo pélvico. Se trata de un conjunto de músculos y ligamentos situados en la parte baja del abdomen.
¿Cómo puede afectar la práctica de actividad física a tu suelo pélvico?
Ejercicios para el suelo pélvico.
Los más conocidos son los ejercicios de Kegel, Consisten en la contracción de la musculatura perineal. El objetivo de estos ejercicios es hacer más fuerte la zona perineal al mismo tiempo que dan consciencia de la situación del suelo pélvico en el cuerpo. Además, es importante tener presentes otros ejercicios como :
El trabajo de glúteos.
Un ejercicio clásico de glúteos es el puente de glúteos. Estirado boca arriba y con las rodillas y pies planos flexionados en el suelo, el ejercicio consiste el levantar el glúteo del suelo, es decir, hacer una extensión de cadera. Podrías añadirle más énfasis si también utilizas tus abductores por ejemplo, aguantando una pelota entre tus rodillas mientras separas el glúteo del suelo.
Activación del transverso del abdomen.
Tumbada boca arriba, levantada y/o sentada (estas tres posiciones son las tres posiciones que puedes utilizar) coge aire por la nariz y al sacarlo por la boca haces que la barriga vaya hacia dentro.
La postura.
Manteniendo un crecimiento aixal, es decir, en autoelongación, conseguirás activar la musculatura profunda abdominal y espinal. Ésto hará que el centro encargado de gestionar la postura y la presión se mantenga activo durante la práctica de la actividad física.
Así que ya lo sabes, practica deporte pero siempre de forma coherente y con una valoración previa para conocer el estado de tu suelo pélvico.