La postura y el embarazo

De todos es sabido que el mantenimiento de una postura correcta nos ayuda a prevenir dolores muscular,dolores de espalda, etc.  Al movernos unos series de músculos se van activando y desactivando para mantener nuestro cuerpo en equilibrio asegurando el menor gasto energético posible para mantener a nuestro cuerpo recto y en equilibrio.

¿Qué pasa durante el embarazo?

Durante la gestación, el cuerpo de la mujer va modificando la postura para poder compensar el peso que progresivamente se va acumulando en la parte anterior del cuerpo, el bebé y, la presión que recae en las diferentes articulaciones corporales, sobre todo articulaciones de la espalda y de la pelvis. El cuerpo va construyendo, gradualmente, una serie de estrategias para asegurar el buen funcionamiento biomecánico con el mínimo consumo de energía. Mantener una postura no debe ser duro !.Por ejemplo, las mujeres aumentan la curva lumbar, abren las piernas hacia fuera, etc… Pero que pasa cuando esto no es así ?. ¿Qué pasa cuando no se producen estos mecanismos compensatorios de forma óptima?Pues muy fácil, aparece el dolor. Para mantener el cuerpo en equilibrio son básicas varias premisas:

1er. Que el cuerpo esté libre de tensiones musculares y faciales.

2º. Que la cabeza, el tórax y la pelvis estén alineados.

3er. Que haya suficiente fuerza muscular.

¿Y es por este orden? Pues si, justamente este es el orden que sigue el cuerpo para equilibrar las presiones que nos van llegando. Es por este hecho que es muy importante mantener el cuerpo sin puntos de dolor, sin puntos de conflicto para que así pueda repartir bien las cargas. Si hay dolor, algo está pasando, alguna tensión externa o interna como sería el propio crecimiento del bebé, no se está gestionado como tocaría.

¿Y en el parto?

La musculatura abdominal trabaja junto con la musculatura del periné para ayudar al gran protagonismo, útero. En cada contracción uterina, el útero puede ir borrándose y dilatándose para permitir el encaje, el descenso y la posterior salida del bebé. Un cuerpo libre de tension miofascial es más fácil que estos músculos (abdominales, perineales y útero) puedan permitir una dilatación efectiva. Las contracciones son productivas. Así, si hay dolor corporal durante la gestación es importante valorar de dónde viene y qué efectos está produciendo en el organismo como (por ejemplo separando en exceso la musculatura abdominal y produciendo una diástasis excesiva que dará consecuencias al posparto) y a largo plazo (durante el momento de la dilatación) En Regenera-Salud integral para la mujer queremos ayudarte a optimizar tu embarazo.

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